La gestión de incidentes con múltiples víctimas (IMV de ahora en adelante) exige una respuesta rápida, eficaz y coordinada, donde cada segundo es vital. La complejidad de estas situaciones demanda una planificación exhaustiva y la puesta en marcha de protocolos específicos que garanticen una atención óptima a todos los afectados.
En este artículo, desde Escuela Europea de Emergencias te contamos todo lo que necesitas saber al respecto.
La importancia de la coordinación
La coordinación es el eje central en la gestión de un IMV. Implica la interrelación de múltiples actores, como servicios de emergencia, personal sanitario, fuerzas de seguridad y otros organismos involucrados. Una comunicación efectiva y clara entre todos los agentes es fundamental para optimizar los recursos disponibles y tomar decisiones acertadas en tiempo real.
Fases clave en la gestión de un incidente con múltiples víctimas
- Valoración inicial. Lo primero que debemos hacer es obtener una visión general del incidente. Se debe determinar el lugar, la hora, el tipo de incidente, el número aproximado de víctimas y los recursos disponibles.
Organización del lugar. Se establece un puesto de mando unificado (PMU) que centralice la toma de decisiones y la coordinación de las acciones. Se delimitan las zonas de intervención, se establecen rutas de acceso y evacuación, y se asigna personal a cada tarea.
- Triaje. Consiste en la clasificación de las víctimas según la gravedad de sus lesiones y la urgencia de su atención. Este proceso permite priorizar la atención a aquellos pacientes con mayor riesgo de vida y optimizar los recursos disponibles.
- Asistencia y evacuación. Una vez realizado el triaje, se procede a la asistencia médica de las víctimas. Las más graves son estabilizadas en el lugar del incidente y posteriormente evacuadas a centros hospitalarios.
- Finalización del incidente. Una vez que todas las víctimas han sido atendidas y evacuadas, se procede a la fase de finalización. Se lleva a cabo una evaluación de la actuación, se documentan todos los aspectos relevantes y se aprende de la experiencia para mejorar futuras intervenciones.
Elementos clave para una gestión exitosa
- Planificación previa. La elaboración de planes de emergencia específicos para cada tipo de incidente es fundamental para anticiparse a posibles escenarios y garantizar una respuesta rápida y eficaz.
- Comunicación efectiva. La utilización de sistemas de comunicación robustos y fiables es esencial para mantener informados a todos los agentes involucrados en la intervención.
- Formación especializada. El personal que interviene en IMV debe recibir una formación específica en técnicas de rescate, estabilización de pacientes y gestión de crisis.
- Equipamiento adecuado. Contar con el equipamiento necesario y apropiado para atender a un gran número de víctimas en un corto periodo de tiempo resulta indispensable para el éxito de la intervención.
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