El estrés y la ansiedad son reacciones totalmente lógicas ante situaciones de emergencia acuática, como, por ejemplo, una víctima en el agua que necesita ayuda. Sin embargo, si no se gestionan adecuadamente, pueden afectar negativamente a nuestra salud física y mental, así como a nuestra capacidad de responder eficazmente a la crisis. Por eso, desde la Escuela Europea de Emergencias en Sada apostamos por la formación como vehículo para es conocer algunos consejos para manejar el estrés y la ansiedad en estos casos y, mucho mejor todavía, poder solventar dicha crisis.
Claves para gestionar el estrés frente a una emergencia acuática
Los expertos que imparten nuestros cursos formativos en emergencias en Sada, todos ellos en activo y con gran experiencia en sus campos de actuación, dan estas claves para afrontar una situación de emergencia acuática:
Evalúa la situación antes de actuar
Lo primero que hay que hacer ante una emergencia acuática es mantener la calma y evaluar la situación. Es complejo, pero si actúas como rescatador, al menos hasta que lleguen los equipos de emergencia, hay que estar serenos. Observa el estado de la víctima, el tipo de agua, la profundidad, la corriente, la temperatura, la distancia a la orilla y los posibles obstáculos o riesgos.
¿Crees estar preparado para actuar?
Sigue los procedimientos que te han enseñado, pero siguiendo siempre la máxima de que jamás el rescatador debería convertirse también en una víctima adicional. Si piensas que al actuar también te vas a convertir en parte de esa situación de emergencia acuática, llama al 112 con el móvil que tengas a tu alcance y sigue las instrucciones de la operadora: sabe perfectamente lo que te dice y por qué te lo dice. Todos sus consejos, por raros que te parezcan, te los dará por algún motivo.
Intervención directa en el rescate
Si decides intervenir directamente en el rescate, sigue el protocolo PAS: Proteger, Avisar y Socorrer. Esto significa que hay que protegerse a uno mismo y a la víctima de posibles daños o complicaciones, avisar a emergencias o a otras personas que puedan ayudar y socorrer a la víctima siguiendo las técnicas adecuadas.
¿El mejor control del estrés? La formación
Respirar profundamente es otro de los mejores consejos que te podemos dar para gestionar el estrés si estás afrontando una situación de emergencia acuática. Las respiraciones profundas oxigenan el cerebro y disminuyen la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Pero esto se puede hacer solo en determinados contextos, porque si hay alguien esperando tu ayuda no parece lo más aconsejable pararse a hacer respiraciones. Por eso, el mejor consejo es estar formado: pídenos ayuda y cuenta con los cursos de formación en emergencias en Sada de la Escuela Europea de Emergencias. Saber lo que tienes que hacer es lo único que realmente te calmará el estrés.